No pienses. Deja que tus dedos bailen sobre el teclado y verás escritos tus pensamientos sin censura alguna. Ahora léelo de nuevo y escucha lo que tu mente tiene que decirte.
domingo, 3 de abril de 2011
Comienzo
Un bostezo. Estoy cansada. Miro por la ventana en la que tengo la cabeza apoyada y sonrío. Fuera llueve, pero aquí me siento a salvo. Se está bien, se está a gusto. La temperatura es cálida y el autobús se balancea levemente con cada bache... a este paso me quedaré dormida. Aún así la ventana está fría. Es una sensación muy agradable. Creo que podré aguantar hasta llegar a mi destino. Aunque bueno... aún queda un buen rato. Me pongo cómoda y suspiro. Vuelvo a sonreír al ver el vaho en la ventana y sigo observando la lluvia.
Ahí está, vuelve a empezar. Parece que mi mente reaccione sola. Me inundan miles de pensamientos sobre miles de cosas. Desde historias fantásticas que esperan un día ser contadas, hasta problemas del día a día. No me aburro nunca. A veces es doloroso, a veces divertido.
Pero bueno... dejemos hablar a mi mente. Tranquila, escucharé con paciencia lo que tengas que decirme, como hago siempre. Y... ¿quien sabe? A lo mejor un día me da por escribirlo en alguna parte. Así al menos no lo olvidaré luego.
Los pensamientos fluyen, el tiempo pasa, pero no pasa nada. Cuando llega mi parada me levanto y me voy.
"Hasta mañana. Te esperaré donde siempre. En el autobús, junto a la ventana."
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